Nueva York es de todos. El suelo, el agua, el aire de nuestro estado dan forma a nuestras vidas e influyen sobre cómo somos los neoyorquinos. Nuestros hijos crecieron cantando sobre cielos vastos, olas ambar en los sembradios de granos y majestuosas montañas púrpuras. Esta cancion acerca de nuestra herencia en comun resuena de manera verdadera desde Niagara Falls a las montañas Adirondack y hasta los Rockaways.
Los habitantes originales del estado de Nueva York al norte -el pueblo Iriquois- tienen un dicho que nos recuerda nuestra responsabilidad: “ Debemos considerar el impacto de cada una de nuestras decisiones sobre las proximas siete generaciones” Sin embargo, estamos exponiendo a nuestros propios hijos al impacto devastador del cambio climático y aún más a las comunidades más vulnerables.
El año 2016 ha sido el año más calurosos en la historia y uno de los doce más calurosos que han tenido lugar en los últimos veinte años. Está proyectado que el nivel del mar subirá entre tres y ocho pulgadas en Long Island, Ciudad de Nueva York y el Valle del Hudson para el año 2020, entre nueve y veintiun pulgadas para el año 2050 y entre catorce y treinta pulgadas para el año 2080. Los efectos del cambio climático golpean a los granjeros del estado con demasiada lluvia seguida de sequia y altas temperaturas. Las inundaciones en la zona costera daña la infraestructura, incluyendo el sistema de trenes subterraneos y envia billones de galones de agua residual a nuestras preciadas vias fluviales incluyendo el río Hudson y los Great Lakes. La industria del ski en los Catskills y Adirondacks pierde ingresos cuando la temperatura sube y hay menos días fríos para esquiar.
Cientos de miles de nuestros amigos y familiares en Puerto Rico permanecen sin electricidad despues del huracan Maria y el huracan Irma golpearon la isla el pasado mes de Septiembre, obligando a miles de personas a dejar sus hogares. Dada la falta de acción de nuestros líderes, es probable que veamos muchos mas refugiados por lo efectos del los cambios climáticos en los próximos años.
Nuestro estado nos pertenece a todos los neoyorquinos, no a un puñado de ejecutivos de compañías petroleras o lideres políticos que estos financian. Es hora de tratar a la tierra como nuestro hogar compartido, donde nuestros hijos no neceitan preocuparse porque su aire, agua y suelo estén contaminados con venenos vertidos en el piso o arrojados desde automoviles y edificios.
Debemos restablecer el equilibrio en un mundo diseñado para sostenernos y asegurarnos de que la tierra sea habitable para las generaciones futuras. Éste es el momento en que el estado de Nueva York debe mostrar liderazgo; y mostrar a nuestros niños y a la nación entera, cómo una nueva economía basada en energías limpias y sustentable se debe de ver.
Cynthia por NY- Agenda para una economia basada en energia limpia y justicia medioambiental
Transición a el 100% de energía renovable. Actualmente nueva York obtiene sólamente el 4% de su energía eléctrica por medio del sol o el viento. Nuestro actual gobernador se ha comprometido a llegar al 50% de energía renovable para el año 2030 – aunque sólamente respecto a electricidad, sin incluir emisiones de carbono provenientes de transportación y edificios. Nueva York no alcanzó la meta de 2015 de llegar al 29%, alcanzando sólamente el 21%. Debemos tomar acciones urgentes para apuntar a NY en la dirección para transicionar hacia 100% real de energía renovable antes del 2050. Si no nos ponemos a trabajar de inmediato, será demasiado tarde.
Una de mis prioridades más importantes como gobernadora, será el pasar el Acta para la Protección de la Comunidad y el Clima. Esta pieza legislativa ordenara en ley que Nueva York transicione completamente para el año 2050 hacia energía limpia, encomendando a las agencias estatales la creación de planes para reducir las emisiones de gas invernadero, no solamente de plantas de energía sino además provenientes de edificios y automóviles. El gobernador Cuomo sólo cuenta con un plan para el sector electrico, aun cuando en Nueva York, la mayor parte de las emisiones provienen de edificios y transportación.
Hace poco el gobernador Cuomo anunció un plan de eficiencia energética no muy diferente al que ya existe. Muy poco, muy tarde. El plan de Cuomo aun carece de un compromiso al 100% hacia una economía basada en energías limpias. Su plan aun no detiene completamente la construcción de nueva infraestructura basada en combustibles fósiles. Su plan no obliga de manera agresiva a aquellas corporaciones que más contaminan a pagar los daños que han ocasionado en nuestras comunidades y en nuestro planeta. Nuestro plan es un plan integral para eliminar la emision de gas invernadero en todos los sectores.
El plan del gobernador Cuomo también carece de apoyos específicos para comunidades de bajos ingresos y comunidades de color que han sido impactadas más fuertemente por los efectos del cambio climático y la contaminación ambiental. La legislación que pasaré como gobernadora –el Acta para la Protección de la Comunidad y el Clima- mandará que el 40% del financiamiento público estatal sea dirijido a aquellas comunidades de bajo ingreso y comunidades de color más afectadas por el cambio climático. Esta legislación establecera estándares de trabajo justa para la creación de nuevos empleos en el sector de la energía renovable que reciben financiamiento estatal, asegurandonos asi que estos empleos sean siempre buenos empleos.
Esta pieza legislativa ha pasado actualmente la Asamblea dos veces, ha gozado de amplio apoyo bi-partidario en el el Senado y simplemente necesita de un fuerte liderazgo visionario para que la actual legislatura lo convierta en ley.
Un componente crítico de el Acta para la Protección de la Comunidad y el Clima es el de asegurarse de que reciba financiamiento público especifico para una transición hacia una politica económica basada en energías limpias que coloque a los trabajadores en primer lugar. Esto incluiría inversión directa para asegurarnos que los trabajadores de la industria de combustibles fósiles reciba capacitación y apoyo para transicionar a empleos en energías limpias y que cualquier base imponible perdida sea reemplazada.
Rechazo a toda nueva infraestructura basada en combustibles fósiles. Aunque la extracción de gas obtenido por medio de fractura hidraúlica (fracking) ha sido prohibida en el estado de Nueva York, nuestros líderes actuales creen que el gas de fractura hidraúlica (fracking) constituye un “puente” hacia un futuro renovable. Pero la ciencia es clara. La inversión pública en nueva infraestructura para obtener gas por medio del fracking nos compremetería a décadas de emisiones contaminantes que no nos podemos permitir, y que supone un peligro a la salud de las comunidades cercanas. Debemos detener inmediatamente cualquier inversión en nuevas plantas que utilicen combustibles fósiles y óleoductos; y focalizar nuestros esfuerzos y financiamiento hacia proyectos de energía renovable.
Responsabilizar a la industria contaminante y saldar cuentas. Nuestro estado y nuestras comunidades locales actualmente gastan una cantidad substancial del dinero de sus impuestos en la corrección de los efectos nocivos del cambio climático. Cada vez que la industria de combustibles fosiles desecha en el ambiente una tonelada de dioxido de carbono o metano, un neoyorquino paga el precio ya sea por medio de un ataque de asma o una super tormenta como Sandy. Como hemos aprendido de la industria del tabaco, no sera hasta que obligemos a la industria contaminante a responsabilizarse de sus acciones, que veremos cambiar su comportamiento.
Se estima que realizar la inversión para lograr un 100% de energía renovable generaría 100,000 nuevos empleos cada año en la fabricación de paneles solares y turbinas de viento, la adecuación de edificios y hogares para hacerlos más eficientes y modernizando nuestro anticuado sistema de transporte.
Como gobernadora, yo trabajaré junto con la legislatura estatal, para lograr que la industria contaminante se responsabilice y pague por el daño que ha causado a la comunidad y al planeta. Esto generaría billones de dólares para invertir en la construccion de energía renovable, protegiendo a las comunidades que están enfrentando en primera fila los efectos del cambio climático, apoyando a que los trabajadores transicionen hacia una nueva economía energética y apoyando a neoyorquinos de bajo y mediano ingreso para que puedan ahorrar en sus pagos de sus facturas de energía. Esto constituye una política efectiva y con sentido común, que otros estados ya están explorando. Nueva York debería ser líder en cómo lograrlo.
También debemos poner un alto a la influencia que la industria contaminante tiene sobre la creación de nuestra política energética. Por eso, yo apoyo una reforma integral en financiamiento de campañas politicas y por ello, yo me comprometo a no aceptar contribuciones financieras de las industrias del petróleo, y del carbón, al contrario, mis prioridades serán la salud de nuestras familias, el cambio climático y la democracia por sobre las ganancias de la industria de los combustibles fósiles.
Combatir el plan de Trump de abrir el Oceano Atlántico a la extracción de petroleo y gas. El gobernador de California Jerry Brown ha declarado que su estado rechazará la creación de oleoductos e infraestructura necesaria para el transporte de petróleo y gas natural hacia tierra. Nueva York debería hacer lo mismo y usar su autoridad contenida en la Ley de Manejo de la Zona Costera, que le otorga el Departamento de Estado del NYS, para bloquear toda extracción de pozos petroleros en aguas costeras. En lugar de continuar cediendo a combustibles fósiles contaminantes el estado de Nueva York puede invertir en turbinas de viento tanto en aguas costeras como tierra adentro.
Renovar el tren subterráneo y expandir el transporte público. La inversión en el transporte masivo dentro de las ciudades, área suburbana y a través del estado disminuirá la contaminación por carbono y otros contaminantes en el aire. El decrepito sistema de tren subterráneo (MTA) de la Ciudad dem Nueva York requiere de una inversión importante para recobrar su vitalidad y requiere una mejor administracion, así también el LIRR y Metro North. Se necesitan de inversiones importantes para servir mejor a las comunidades rurales con medios de transportación masivos.
Dejar de invertir en combustibles fósiles. Funcionarios de la Ciudad de Nueva York han prometido no invertir el dinero de sus fondos de pensión en acciones de bolsa ligados a los hidrocarburos. Las acciones de combustibles fósiles ha sido uno de los sectores con el peor desempeño el año pasado. Es hora de que el estado de Nueva York sea responsable y deje de invertir en industrias contaminantes.
Permitir que cierren peligrosas plantas nucleares. En el 2017, el gobernador Cuomo tomo la controvertida decisión de gastar más de $7 billion de dólares de impuestos de los contribuyentes para rescatar tres plantas nucleares envejecidas. Cumo argumentó que el dinero era necesario para lograr sus metas de energía renovable, lo cual es simplemente falso. La energía nuclear es un experimento fracasado y tampoco es energía limpia, ni renovable. Nueva York solía ser el centro de innovación. Podemos dejar la energía nuclear en el pasado como parte de nuestra completa transición hacia el 100% para una economia energetica limpia y renovable. Nuestro futuro depende de ello.
Apoyar el Acuerdo de Paris. La administración de Trump se desligo de el Acuerdo Internacional sobre Cambio Climático, el cual provee por primera vez un plan de ruta para cientos de naciones hacia la reducción de la contaminación por carbono y la limitación en el aumento de la temperatura en 1.5 grados celsius. Los Estados Unidos de Norteamérica es la única nación en el mundo que no ha suscrito dicho acuerdo. Mientras que la Agencia de Protección Ambiental retrocede en protecciones cruciales para defender el agua y el aire, nosotros debemos cumplir totalmente el Acuerdo de Paris mediante la transición a una economía basada en un 100% de energía renovable.
Nosotros podemos lograrlo. Necesitamos comprometernos valientemente a invertir en energía renovable, que nos removera completamente de tener que usar combustibles fósiles y sera una energia que creara miles de nuevos empleos – especialmente en las comunidades más afectadas por la contaminación ambiental y el cambio climático. Debemos transicionar de una econmía basada en las emisiones de carbón tóxicas hacia una economía que troteja a los trabajadores, a nuestras comunidades y al planeta.
No será fácil. Pero no tenemos otra opción. Este es un problema que no podemos darnos el lujo de discutir retóricamente sin tomar acción. Necesitamos ser capaces de ver a nuestros hijos a los ojos y poder decirles que estamos luchando por ellos. Sé que juntos, como un movimiento, podemos ganar esta batalla. La momento de acciones valientes es ahora